En la mayoría de los casos se busca la interacción con el público, tratando de provocarle, e incluso incomodarlo o molestarlo, y que este reaccione espontáneamente. Es un estilo divertido, gracioso, atrevido, alegre, desafiante y colorido.
Es muy fusionado con tribal, dando un resultado más oscuro y agresivo, con música de jazz, cabaret o swing, donde la bailarina cuando se inspira en décadas antiguas puede ser una pin up sugerente de vodevil con cierto toque picante.
El vestuario de las bailarinas incorpora ropa muy sexy con medias de rejilla o a rayas, corpiños, cullotes, ligueros o piezas de ropa interior a la vista, botines o botas de tacon alto, faldas de numerosos volantes cortas y con cancán, pololos, prendas vintage, guantes largos y abanicos o adornos de plumas.