Esta mañana buscando por internet alguna tienda de vestuario de danza del vientre he llegado fruto de la casualidad a leer una entrada en un blog llamado La Yijad en Eurabia que poco tenía que ver con mi busqueda pero que me ha llamado notablemente la atención.
He de decir que lejos de impresionarme positivamente lo ha hecho en negativo, ya que con él me he sentido profundamente ofendida. Poco después me he relajado algo más y he sido capaz de analizar el tema en frio y no en caliente, llegando a la conclusión de que palabras asi posiblemente eran fruto del desconocimiento que mucha gente tiene sobre la danza del vientre.
El artículo podeis encontrarlo aqui y viene a decir más o menos, o a insinuar, en resumen, que la danza del vientre es una actividad propia de progres, que nos estan vendiendo como forma de expresión feminista, y que no deja de ser un baile de exclavas sexuales de los mahometanos, que tienen previsto privarnos asi de nuestra libertad y convertirse en nuestros amos.
Me gustaría explicarle a quien ha escrito estas palabras o a quienes las apoyan, que la danza del vientre no es ninguna expresión feminista, ni creo que se venda como tal, entre otras cosas porque es una danza que también era y es bailada por hombres. Otra cosa muy distinta es que se venda como una actividad que favorece notablemente a la mujer tanto física como psicológicamente, lo cual es una verdad como un templo y cualquiera que la practica puede comprobarlo.
Tampoco es una danza propia de exclavas sexuales que danzan para el sultán, de hecho en sus orígenes era ejecutada por vírgenes en los templos y fueron las religiones las que se encargaron de convertirla en algo vulgar. En ocasiones he podido escuchar comentarios de personas que juzgan a las bailarinas de danza del vientre por exhibirse con poca ropa publicamente tachándolas de provocadoras, y que sin embargo no lo hacen cuando ven a una mujer en bañador o en bikini en la playa, visualizando posados de desnudos en las revistas o contemplando otros espectáculos donde los artistas llevan mucha menos ropa o hacen provocaciones bastante más claras, además hay distintos estilos de baile dentro de la danza del vientre en los que la bailarina va cubierta incluso hasta los pies.
Es cuanto menos curioso que se quiera insinuar que los árabes vienen poco más o menos a exclavizarnos con esta danza, cuando se trata de una danza que prepara para la fertilidad a la mujer, parece ir muy en contra de los intereses de quienes utilizarían precisamente la natalidad como una de sus mejores armas a la hora de expandirse por el mundo. Si efectivamente quisieran invadirnos, estoy segura de que una de las primeras cosas que no nos facilitarían sería el conocimiento de una danza que supondría tantos beneficios para la mujer occidental.
No obstante, empiezo a creer que España posiblemente tiene intención de invadir Japón y exclavizar a sus habitantes, dado que hemos exportado nuestro flamenco y cada vez es más bailado por las japonesas. ¿No os parece una idea ridícula?.
En cuanto a la visión de que todo árabe tiene un harem donde sus mujeres le bailan danza del vientre, creo que no se ajusta para nada a la realidad, de hecho en algunos paises musulmanes no es una danza bien vista por la religión.
Por otro lado decir que hoy en día la danza del vientre no es un patrimonio exclusivo del mundo árabe, sino que son muchas las contribuciones que ha hecho occidente a ella, incluso fusionándola con otros tipos de baile occidentales.
Tampoco se le ha cambiado ahora el nombre de danza del vientre por el de danza oriental, en todo caso sería a la inversa, ya que es el nombre de danza del vientre el que fué dado por europeos y americanos a la danza llamada Raks Sarki, que significa danza oriental.
Acusar a los árabes de ver a las bailarinas con ojos lujuriosos me parece cuanto menos una hipocresía, cuando seguramente son más los occidentales que tienen esta visión de ellas y que se alejan de considerarlas como artistas debido a su gran desconocimiento de los origenes de esta danza y su significado.
Quisiera terminar diciendo que conozco a personas que bailan esta danza de todo tipo de ideologías políticas, clases sociales y religiones, y solo hay una cosa que tenemos en común todas, las ganas de divertirnos y de aprender.