Vamos a hablar hoy de un tema realmente alarmante que desafortunadamente se esta dando en la danza oriental y tribal, se trata del veto.
Cuando hablamos de veto dentro de la danza nos referimos a prohibir, dificultar o impedir que una persona pueda dar clases o participar en determinados eventos.
Es muy triste tener que hablar de que existe este problema dentro de la danza y desde luego en nada beneficia a su imagen para aquellos que tratan de conocerla mejor, pero me parece algo necesario, algo que no debemos tapar para intentar proteger nuestra danza con un falso velo de que todo es perfecto y muy flower power, sobre todo porque hay mucha gente que lo pasa muy mal con esto y no merecen que se les engañe.
Me parece importante advertir de lo que está sucediendo y sobre todo dejar muy claro a quienes leen este blog, que sois vosotros mismos quienes tenéis que comprobar las cosas, no debéis dejaros llevar por lo que nadie os cuente, ni siquiera por mi, que aunque os doy estos consejos con la mejor intención del mundo también podría estar equivocada, pero escuchad y guardad esas informaciones que os den para evaluarlas y cotejarlas en la vida real.
El motivo que me empuja a hablaros de este tema es que no son pocos ya los casos que han llegado a mis oidos y los que he podido comprobar yo misma. Chicas y chicos que acuden a mi destrozados emocionalmente porque les han echado mediante presiones de sus clases, a los que les han impedido apuntarse a cursos (que casualidad nunca había plaza para ellos, a pesar de que para otros si), o a los que se les ha indicado que si participan en determinado evento o acuden a clases de tal o cual maestro entonces no podrán participar jamás en las suyas, que por supuesto siempre anuncian como mejores y los demás son una mierda. Mucho cuidado con este tipo de personas porque son justo aquellas de las que deberíais huir como de la peste.
Ningún maestro o profesional de la danza que se precie y que merezca realmente la pena os vetará jamás de ese modo, especialmente si vuestro comportamiento es adecuado, pero incluso si no lo fuera, lo normal es que os corrijan y adviertan en lugar de tirar por la calle de en medio y al menor problema fuera, y además me aseguro de decirle a todos mis contactos que tampoco cojan a esa persona.
No nos engañemos, los alumnos problemáticos también existen y algunos causan también serios problemas a sus maestros, que incluso intentando aplicar cierta disciplina no consiguen llevar por el buen camino a individuos con altas dosis de agresividad o de prepotencia. En esos casos por supuesto un maestro debe plantarse y no permitir que llegado a cierto punto este tipo de alumnos haga que su trabajo pueda tambalearse, especialmente cuando perjudica además a otros alumnos y pone por tanto en riesgo el posible prestigio que ese maestro tenga. Pero un buen maestro jamás vetará a nadie por problemática que pueda ser esa persona para él, básicamente porque hay muchas veces que los problemas de entendimiento entre maestro y alumno surgen de la incompatibilidad entre ambos, y lo que entre ellos no ha funcionado, puede que si funcione con otros maestros. Caso distinto sería aquella persona que pase por donde pase es problemática en todos, evidentemente en esos casos, aunque sigue sin ser recomendable la utilización de vetos, si que es normal que entre profesionales se avisen y extremen precauciones con dicha persona.
Pero no os hablo en este caso de personas problemáticas, os hablo de gente muy normal, con sus virtudes y defectos como los tenemos todos, que se encuentran con vetos terribles, algunos por ejemplo por su sexo, por su complexión física, por ser amigos de, por participar en eventos de "la competencia" o aquellos que consideran inferiores porque ellos se creen que son la octava maravilla, y lo más terrible de todo y lo que más me llega al alma, por razones de enfermedad, y no hablo de que el que se apunta a clase sea como un leproso que va a contagiar a todos de los peores males del mundo no, ni de psicópatas que pueden poner en riesgo la seguridad de sus compañeros y maestros, hablo de enfermedades donde los alumnos pueden adaptarse a realizar su danza aunque tengan a lo mejor alguna limitación o que puedan realizar todo bien, pero que deban descansar más que otros alumnos, por poner algunos ejemplos, esto sin duda me parece vergonzoso y repugnante y dice mucho sobre la sensibilidad y empatía de esos "maestros" o "profesionales".
Como algunos de vosotros ya sabréis, y si no lo sabéis ya os lo digo ahora, yo soy una de esas personas que baila con serios problemas de salud, y bien saben algunos de mis maestros que he tenido muchas limitaciones, especialmente aquellos con los que he empezado, cuando mis problemas eran mucho mayores, ya que gracias a Dios he ido mejorando con el tiempo, que aunque el camino muchas veces no es nada fácil, este se puede recorrer, pero hay que estar dispuesto a trabajar mucho, a tener paciencia, a descansar cuando uno no puede más y todo le supera, a reanudar el camino cuando vuelves a tener fuerza o a levantarse cuando has caido y ese trabajo se puede hacer solo, pero sin duda es mucho más llevadero cuando tienes a tu lado a un gran maestro, a un profesional de verdad, no de pegote y sobre todo a buenas personas.
Cuando hablamos de veto dentro de la danza nos referimos a prohibir, dificultar o impedir que una persona pueda dar clases o participar en determinados eventos.
Es muy triste tener que hablar de que existe este problema dentro de la danza y desde luego en nada beneficia a su imagen para aquellos que tratan de conocerla mejor, pero me parece algo necesario, algo que no debemos tapar para intentar proteger nuestra danza con un falso velo de que todo es perfecto y muy flower power, sobre todo porque hay mucha gente que lo pasa muy mal con esto y no merecen que se les engañe.
Me parece importante advertir de lo que está sucediendo y sobre todo dejar muy claro a quienes leen este blog, que sois vosotros mismos quienes tenéis que comprobar las cosas, no debéis dejaros llevar por lo que nadie os cuente, ni siquiera por mi, que aunque os doy estos consejos con la mejor intención del mundo también podría estar equivocada, pero escuchad y guardad esas informaciones que os den para evaluarlas y cotejarlas en la vida real.
El motivo que me empuja a hablaros de este tema es que no son pocos ya los casos que han llegado a mis oidos y los que he podido comprobar yo misma. Chicas y chicos que acuden a mi destrozados emocionalmente porque les han echado mediante presiones de sus clases, a los que les han impedido apuntarse a cursos (que casualidad nunca había plaza para ellos, a pesar de que para otros si), o a los que se les ha indicado que si participan en determinado evento o acuden a clases de tal o cual maestro entonces no podrán participar jamás en las suyas, que por supuesto siempre anuncian como mejores y los demás son una mierda. Mucho cuidado con este tipo de personas porque son justo aquellas de las que deberíais huir como de la peste.
Ningún maestro o profesional de la danza que se precie y que merezca realmente la pena os vetará jamás de ese modo, especialmente si vuestro comportamiento es adecuado, pero incluso si no lo fuera, lo normal es que os corrijan y adviertan en lugar de tirar por la calle de en medio y al menor problema fuera, y además me aseguro de decirle a todos mis contactos que tampoco cojan a esa persona.
No nos engañemos, los alumnos problemáticos también existen y algunos causan también serios problemas a sus maestros, que incluso intentando aplicar cierta disciplina no consiguen llevar por el buen camino a individuos con altas dosis de agresividad o de prepotencia. En esos casos por supuesto un maestro debe plantarse y no permitir que llegado a cierto punto este tipo de alumnos haga que su trabajo pueda tambalearse, especialmente cuando perjudica además a otros alumnos y pone por tanto en riesgo el posible prestigio que ese maestro tenga. Pero un buen maestro jamás vetará a nadie por problemática que pueda ser esa persona para él, básicamente porque hay muchas veces que los problemas de entendimiento entre maestro y alumno surgen de la incompatibilidad entre ambos, y lo que entre ellos no ha funcionado, puede que si funcione con otros maestros. Caso distinto sería aquella persona que pase por donde pase es problemática en todos, evidentemente en esos casos, aunque sigue sin ser recomendable la utilización de vetos, si que es normal que entre profesionales se avisen y extremen precauciones con dicha persona.
Pero no os hablo en este caso de personas problemáticas, os hablo de gente muy normal, con sus virtudes y defectos como los tenemos todos, que se encuentran con vetos terribles, algunos por ejemplo por su sexo, por su complexión física, por ser amigos de, por participar en eventos de "la competencia" o aquellos que consideran inferiores porque ellos se creen que son la octava maravilla, y lo más terrible de todo y lo que más me llega al alma, por razones de enfermedad, y no hablo de que el que se apunta a clase sea como un leproso que va a contagiar a todos de los peores males del mundo no, ni de psicópatas que pueden poner en riesgo la seguridad de sus compañeros y maestros, hablo de enfermedades donde los alumnos pueden adaptarse a realizar su danza aunque tengan a lo mejor alguna limitación o que puedan realizar todo bien, pero que deban descansar más que otros alumnos, por poner algunos ejemplos, esto sin duda me parece vergonzoso y repugnante y dice mucho sobre la sensibilidad y empatía de esos "maestros" o "profesionales".
Como algunos de vosotros ya sabréis, y si no lo sabéis ya os lo digo ahora, yo soy una de esas personas que baila con serios problemas de salud, y bien saben algunos de mis maestros que he tenido muchas limitaciones, especialmente aquellos con los que he empezado, cuando mis problemas eran mucho mayores, ya que gracias a Dios he ido mejorando con el tiempo, que aunque el camino muchas veces no es nada fácil, este se puede recorrer, pero hay que estar dispuesto a trabajar mucho, a tener paciencia, a descansar cuando uno no puede más y todo le supera, a reanudar el camino cuando vuelves a tener fuerza o a levantarse cuando has caido y ese trabajo se puede hacer solo, pero sin duda es mucho más llevadero cuando tienes a tu lado a un gran maestro, a un profesional de verdad, no de pegote y sobre todo a buenas personas.
No hay una satisfacción más grande para un maestro que ver a un alumno prosperar cuando parte de la condición más limitada, porque levantar gente que ya esta arriba es relativamente fácil, pero levantar gente cuando están abajo eso si que habla de las grandes capacidades de su maestro, de su valentía y tesón y es un gran motivo de orgullo para ese profesional. Tanto maestro como alumno demuestran aqui mucho. Yo he tenido mucha suerte encontrando en mi camino maestros maravillosos que me han tendido su mano y que espero que me la seguirán tendiendo, porque no he terminado, me queda mucho camino por andar, pero hay mucha gente que no tiene tanta suerte y estas cosas hacen mucho daño.
El falso maestro no quiere ningún tipo de complicación porque tiene miedo de enfrentarlas y porque seguramente sus capacidades no son suficientes para plantearse ningún reto. No quiere que vayas con otros maestros para no verse comparado y necesita hacer ver que otros son pequeños para ser visible. Lo mismo pasa con aquellos que no se dedican a la enseñanza pero se venden como grandes profesionales de la danza y como grandes bailarines, pero vetan que otras personas bailen con ellos, al veterano y a las nuevas promesas, igualmente para no ser comparados.
No permitáis que nadie os haga de menos y os chantajee de este modo, no os vengáis abajo si alguien os veta, porque realmente os estará haciendo un favor, porque no merece la pena que perdáis vuestro tiempo con ese tipo de personas, que con esa actitud demuestran no ser verdaderos profesionales por mucho que puedan parecerlo, y la buena noticia es que hay grandes maestros y otros no tan grandes pero si grandes personas, que también tendrán mucho que ofrecer y enseñar, que seguramente os reciban encantados. Eso si, sed buenos con ellos eh.