Reconozco que soy un caos para recordar algunas cosas y de vez en cuando me vienen a la mente consultas que la gente me ha hecho hace tiempo y que he dejado sin respuesta. Este es el caso del tema del pelo. Son varias las personas que me han preguntado que hago para tener un pelo tan bonito, largo y liso incluso cuando llueve.
Muchas de ellas incluso creen que por muchos trucos o recetas milagrosas que pueda darles, su pelo no tiene arreglo porque no tiene nada que ver con el mio. Pues bien, nada más lejos de la realidad. Os contaré mi caso para que seais vosotras mismas las que juzgueis si tener una bonita melena bellydance está a vuestro alcance o no.
Para empezar deciros que yo de pequeña fui sometida a la tortura de llevar mi pelo rapado como un soldado para no dar trabajo a mi madre, luego me dejaron crecer el pelo para llevarlo largo en mi comunión y una vez pasó el evento y yo ya estaba ilusionada con mi pelo largo, volvieron a cortármelo radicalmente. Si a eso sumamos que siempre me vestían con el uniforme del colegio de monjas al que iba, sobra decir, que para mi supuso siempre un trauma no poder verme guapa o femenina como yo quería nunca. Cuando por fin fuí mayor y tomé las riendas de mi vida, me desquité dejándome crecer el pelo hasta tener una larga melena.
Mi pelo siempre ha sido muy abundante, seco, muy fosco, con cierta ondulación no precisamente muy bonita y que reaccionaba con la mínima humedad encrespándose y haciéndome parecer un híbrido entre una escarola o el primo hermano de los Jackson Five.
Me dí cuenta, que cuanto más largo llevaba el pelo, su peso hacia que pudiese controlarlo algo mejor. Empecé a alisarme el pelo tal como mi madre y mi abuela me enseñaron, con un método de alisado que se utilizaba antiguamente, uno que llamaban "La toga" y que consistía básicamente en ir enrrollando el cabello como si fuese un turbante sujetándolo con horquillas y una redecilla hasta que seque bien. La ventaja de este sistema es que prescindes de secador o plancha, y no castigas tu pelo con calor, pero el problema es que cuando tienes mucho pelo, este tarda muchísimo tiempo en secar, te toca incluso dormir con esto puesto y todavía húmedo, lo que particularmente no veo muy saludable, desde luego yo amanecía resfriada y con un dolor de cabeza por la tensión de las horquillas bestial. Si a esto le añadimos que el pelo se quedaba con una forma un tanto rara por la tendencia a seguir ligeramente enrroscado y que el alisado no era tampoco como para tirar cohetes e mi caso, pues evidentemente lo dejé a un lado.
Pasé entonces a secarme el pelo con secador y la ayuda de un cepillo redondo de cerdas naturales tal como había observado que hacían en la peluquería, pero mi pelo era todo un reto, quedaba más o menos liso si, pero no como a mi me gustaba, además seguía teniendo un volumen excesivo y no me duraba mucho tiempo bien, por no hablar de que si había algo de humedad en el ambiente volvía a encresparse y recuperaba su ondulación natural.
Pase muchos años luchando con mi pelo y castigándolo hasta que descubrí las espumas alisadoras. Ya se que direis que fuí un poco torpe descubriendo productos, pero debeis tener en cuenta que tengo ya muchos añitos y que por aquel entonces, cuando yo era jovencita, no había ni la mitad de productos y herramientas que hoy existen al alcance de cualquiera. La espuma alisadora ayudaba un poquito a conseguir un mejor resultado, el pelo no quedaba con tanto volumen, aunque en mi caso todavía tenía bastante, y duraba un poco más, pero solían ser unas espumas que daban grasa o provocaban caspa, vamos, por aquel entonces eran bastante malillas.
Con el tiempo fueron saliendo diferentes productos que una servidora fue probando uno a uno hasta finalmente llegar a la solución que ahora mismo utilizo.
Comentaros que me resultó de gran ayuda el haber estudiado cosmetología, porque me permitió encontrar buenos productos al margen de las campañas publicitarias de cada uno de ellos, las cuales muchas veces anuncian o prometen cosas que luego no son del todo ciertas. Ya se que dicen que la publicidad nos protege, pero os puedo garantizar que no es asi, entre otras cosas porque también estudié publicidad y se que tipo de triquiñuelas se utilizan muchas veces. Asi pues estos conocimientos me ayudaron a mirar en cada producto lo que realmente es importante, no me refiero al nombre del producto, su marca, la acción que dice hacer o la descripción de las bondades de algunos de los componentes que dice contener, no, me refiero a su código INCI.
El código INCI es el único que por ley tiene que decir con exactitud los ingredientes del cosmético en cuestión. Sin embargo descifrar el código INCI no es tan fácil y no todo el mundo sabe interpretarlo. Para empezar no está escrito en una sola lengua, a veces pueden aparecer en latín las sustancias sin alteración química, como es el caso de algunas que son extraidas de plantas, pero otras los términos suelen aparecer en inglés o con un nombre científico. Además no se indica el porcentaje o cantidad de cada ingrediente, por lo que un producto que nos dice que lleva por ejemplo Tocopherol, lo que vendría siendo vitamina E, puede llevar una cantidad tan ridícula que no sea efectiva. Sin embargo los ingredientes en el código INCI tienen forzosamente que aparecer en orden, de manera que el primero en aparecer es el que más cantidad lleva el producto y le siguen los que menos, por lo que si vemos que el ingrediente que nos interesa aparece de la mitad de la lista hacia el final, quiere decir que no es un producto muy bueno.
Os sorprendería ver como algunos productos que vemos a menudo anunciados en la televisión como si fuesen de los mejores, luego no son gran cosa. No asocies un producto con un precio mayor a que también tenga mejor calidad, pes esto no siempre es asi. muchas veces un producto debe su precio al coste de su campaña publicitaria e imagen, otros en cambio nos cobran la investigación. Pero también se puede encontrar productos bastante aceptables a buen precio, e incluso podemos hacerlos nosotras mismas.
Yo soy de las que mezclo cosillas. Compro productos básicos a los que añado mi particular receta y otras veces apuesto por algún producto bueno, aunque tengo la ventaja de que puedo conseguirlos a precio de profesional.
Bueno, despues de todo este rollo que considero importante como introducción, vamos a pasar a analizar mi fórmula personal. Tened en cuenta, que cada persona tiene un tipo de piel y de cabello, y que no todo el mundo puede utilizar lo mismo.
Mi ritual de belleza capilar empieza lavando el cabello una vez en semana. Algunas direis que os parece poco aseado, pero no es asi. Hay que tener en cuenta que mi pelo es muuuuy seco, al igual que mi cuero cabelludo, y que soy una persona con muy poca sudoración, asi pues, mi pelo aguanta perfectamente limpio todo ese tiempo a no ser que realice alguna actividad que lo ensucie antes, en cuyo caso lógicamente lo lavo antes, pero por norma general viene siendo ese tiempo. Si vosotras teneis el pelo o la piel más grasa, si sudais más o si frecuentais lugares contaminados, tened claro que tendreis que lavar vuestro pelo antes, hasta el punto de que algunas personas deberían lavarlo incluso dos veces al día.
Primero utilizo un champú anticaspa, !!ojo con los champús anticaspa!! teneis que cambiar de producto cada cierto tiempo, porque hay veces que tras una larga temporada utilizando el mismo, esté hace un efecto rebote, asi que yo los voy cambiando cada cierto tiempo. A veces no utilizo champú anticaspa y hago un largo periodo de descanso, esto normalmente depende de muchos factores, como por ejemplo el estres, pero por norma general si que debo utilizar uno. Si alguien quiere un buen champú anticaspa como tratamiento de choque, le recomiendo que compre ISDIN que contiene ketaconazol, creo que el mejor ingrediente contra la caspa, aunque es bastante agresivo, asi que no hay que usarlo durante mucho tiempo. Yo personalmente suelo utilizar L'Oreal , Fructis o H&S. Muy importante lavar bien masajeando la cabeza desde la raiz.
Despues utilizo un champú de liso intenso. Antes utilizaba el champú de Deliplus que era superbaratito y bastante bueno, pero las cosas han cambiado, ahora el champu de la misma firma es una porquería y no se lo recomendaría ni a mi peor enemigo, asi que me cambié al de Fructis Hidraliso para cabellos difíciles.
Luego utilizo una mascarilla nutritiva reparadora. Dependiendo del tiempo del que disponga, la utilizo casera o comercial. La que estoy utilizando ultimamente es la de Tresemme reparadora del calor pero me gusta mucho más la mía, que hago con huevo, aceite de almendras y miel. A esta mascarilla le sumo otra de liso intenso si el tiempo está muy húmedo, y me decanto normalmente por la de Fructis. Hay que dejarlas actuar un ratito y no aplicarlas en la base porque pueden dar mucha grasa. Recordad que este paso es semanalmente, por si os lavais el pelo más a menudo.
Se me olvidaba decir que durante todo el proceso de lavado utilizo un cepillo con cerdas de goma en la punta para cepillar bien el pelo y evitar que se enrrede.
Ahora viene el momento más durillo para mi, aclarar bien el pelo y finalizar el lavado con agua fría. este paso hace que se cierren los poros y que se vea el pelo más brillante, aunque es una putadilla para las que somos frioleras.
Se retira con ayuda de una toalla el exceso de humedad sin frotar el cabello. Yo lo que hago normalmente es que me enrrollo la toalla tipo turbante en la cabeza y mientras voy preparando el resto de productos, secador y plancha, el pelo va secando el solito un poco.
Ahora rocío el pelo con ayuda de un spray donde tengo mi mezcla personal con salvia, tomillo y romero. Esto a parte de dar fuerza y brillo al cabello retrasará la aparición de las canas, de hecho yo tengo ya casi 40 años y solo tengo una cana, de hecho os va a hacer garcia pero como aparece y desaparece y viene coincidiendo su aparición con buenos momentos pues casi que me hace ilusion tenerla y ya la he bautizado como la cana de la suerte.
Después me aplico un producto que me encanta que se llama OSIS+ de Schwarzkopf que es un serum alisador y protector del calor ( hay varias intensidades ), keratina liquida, un sérum fluido iluminador de deliplus que es el único que parece no haber cambiado, y espuma de alisado protectora del calor también de Fructis.
Ahora con ayuda del secador y un cepillo voy peinando el cabello con la cabeza hacia abajo y la melena colgando y voy quitando un poco la humedad. Recupero la postura erguida volteando el pelo normalmente y lo separo en cuatro secciones que recojo con una pinza para cada mechón arriba. Voy soltando mechones, les aplico un poquito de protector del calor y voy secándolos bien con ayuda del secador y un cepillo de cerdas redondo. Después le paso a cada mechón la plancha cerámica para dejarlo bien liso. Cuando ya tengo alisado todo el pelo, vuelvo a ponerme cabeza abajo con la melena colgando y doy otras pasadas de plancha por la zona interior.
Recupero la postura y cepillo el pelo normalmente y para finalizar me aplico un serum reparador intensivo de puntas abiertas con filtro solar.
En verano además utilizo portectores solares en spray cuando tomo el sol para que el cabello no se estropee con la acción del sol, y si voy a la playa o cuando estoy en la piscina me aseguro de aclarar muy bien el pelo para que no queden restos de sal, digo de sal porque mi piscina es de sal, pero quien la tenga de cloro que se aplique también el cuento.
A todos estos consejitos hay que añadir que tooodas las noches antes de acostarte hay que cepillar muy bien el pelo, nada de acostarse con el sin cepillar con la excusa de que te vas a despeinar de todas formas con la almohada.
Ahhh!! no se os ocurra ir con el pelo recien lavado y alisadito a bailar si os teneis que hacer un recogido tribalero, porque os puede pasar como a mi, que aparte de que es dificilísimo sujetar cualquier cosa porque se resbalan las horquillas y todo, puede suceder que en algún movimiento brusco salga disparado hacía el público alguno de los elementos que decoran vuestro tocado. A mi se me escapó en un giro un pincho de estos de los moños a toda velocidad y con intenciones asesinas que menos mal que cayó justo al límite del escenario antes de llegar al público. Lucia Wegner me contó en el backstage de una actuación que ayudaba bastante para que no resbalaran los tocados pulverizar un poco de agua de limón sobre el cabello.
Y nada más, espero que os sirva de ayuda y que luzcais todas una maravillosa melena que podais utilizar también en vuestra danza oriental. Como podéis ver tener un pelo bonito lleva mucho cuidado y trabajo detrás, pero os aseguro que a mi al menos me merece la pena porque va llamando la atención, y mira que ya es dificil que una llame la atención con lo coquillo que soy jeje, pero bueno, todos tenemos algo bonito digno de ser admirado, seguro que vosotras también, porque no olvideis que todas somos únicas, irrepetibles y por tanto tenemos un gran valor.