Que hacer cuando tienes una crisis con la danza

Lamentablemente más a menudo de lo que me gustaría, escucho entre las chicas que están aprendiendo danzas orientales o tribal, frases que indican una especie de sentimiento de sentirse menos importantes que sus profesoras, maestras o algunas de las bailarinas que admiran y esto me apena mucho, porque creo que estas personas o bien no se dan cuenta de su valor como personas o bien han sido castigadas psicológicamente de forma que llegan a menospreciarse y a sentirse mal consigo mismas muchas veces sin ni siquiera saber porque.

Este artículo quiero dedicárselo a todas ellas y a quienes se sienten igual independientemente de que sean chicas o chicos.

Sin duda hay por el mundo sueltas muchas personas que parecen disfrutar con el daño que hacen a otros, o que su ética cuanto menos deja bastante que desear, y aunque ninguno de nosotros somos perfectos y todos cometemos errores, hay quienes parecen errar demasiado a menudo o quienes hacen de ello casi un deporte.

Ya he comentado muchas veces que el mundo de la danza no deja de ser una parcela más de nuestra vida, y que gente de todo tipo la vamos a encontrar no solo en la danza sino en cualquier otro campo, pero como en este blog hablamos de danza, vamos a centrarnos en algunos puntos que creo que todo aquel que comienza a dar sus primeros pasos bailando debería saber por el bien de su salud y equilibrio emocional.

Estos días parece como si hubiese habido una especie de avalancha de casos que han llegado a mis oídos de personas que me han manifestado su malestar por distintas circunstancias que les estaban llevando a un estado de depresión, tristeza o bajón que les invitaba a querer dejar la danza o su formación, no se si quizás algunos de ellos llevados del artículo que escribí hace poco en el que manifestaba también mi propio malestar, y me gustaría que mis palabras puedan llevar un poquito de paz de algún modo a los torturados corazones de muchos de vosotros.

Una chica hace poco en una conversación que mantenía en las redes decía una frase que empezaba con "Yo solo soy una alumna....." y sentí la necesidad de pararla en seco diciéndole "nunca digas eso de que yo solo soy una alumna. Lo más importante de todo es el "soy" todo lo demás son adjetivos. Serás una alumna, yo también lo soy, y muchas profesionales lo siguen siendo, e incluso la que ya no lo es, lo fue alguna vez en su vida, pero es mentira que solo seas una alumna, eres sin duda muchas más cosas, así que el solo esta sobrando" y es que efectivamente mucha gente que comienza a bailar no se da cuenta de que el hecho de ser principiante en algo no significa que tengamos menos valor que quienes ya son expertos en la materia, pues todas las personas tenemos puntos en los que destacamos y puntos en los que somos negados o menos experimentados. 

Bennu (Ave Fénix Egipcia)
Hay algunos "maestros" que están utilizando la palabra humildad con artes al menos un tanto sospechosas, pues hacen ver a sus alumnos constantemente que deben ser más humildes cuando lo que realmente están haciendo es faltar a esa misma humildad que promulgan haciendo de menos a sus alumnos por el simple hecho de saber menos que ellos en la danza, en aras de ensalzarse ellos mismos, y esto es terrible, porque ¿cómo puede entenderse un maestro que poco menos que echa en cara a sus alumnos no saber aquello para lo que han ido allí a aprender? ¿qué esperan estos maestros, que los alumnos vengan ya siendo expertos? evidentemente si lo fuesen no te necesitarían como maestro de nada, pero hay algo más fuerte que todo esto y es que algunos, no solo pretenden que los alumnos vayan con la cabecita baja e idolatrando su figura como maestro, sino que además los ningunean y los maltratan psicológicamente de una forma en que estos parecen olvidar que en esta vida no todo es danza y que ellos son todos únicos e irrepetibles, que todos tienen sus valores, que quien no sabe de danza a lo mejor resulta que sabe más que su maestro en muchas otras cosas y no por eso le hace besarle los pies a cada paso que da. 

En el mundo de la danza oriental, hay figuras que gozan de un prestigio por su trabajo, recorrido y profesionalidad y son auténticos dinosaurios en este campo y estas personas no tienen ningún problema en tratar con el máximo respeto a otras que a lo mejor llevan bailando tres días, no las ningunean, ni hay que pedir audiencia como si fuesen el Papa para dejar claro lo importantes que son, no, precisamente cuanto más importante es alguien, menos necesita hacerse notar. He tratado con personas muy importantes de la danza muchas veces como quien habla con su vecina, de la forma más natural del mundo, pero es que señores, yo no tengo porque sentirme menos importante que ellos en ningún momento, sí, a su lado en danza seré quizás el último mono, pero en otras facetas seguramente soy yo la que les da cien vueltas, y ojo que esto no es un tema de a ver quien tiene más estudios, títulos o algo asi, no, no va por ahi la cosa, para que me entendáis, un labrador a lo mejor no tiene estudios de nada y menos de danza, pero fijo que sabe infinitamente más que cualquier estrella de la danza sobre el campo y no por eso les hace besarle los pies cada vez que los vende un tomate o que salen a dar un paseo por el campo.



Esta bien hablar de la humildad, pero bien entendida, es decir, un profesional se merece un respeto, lo que no está bien por ejemplo es que yo me crea que por haber dado unos añitos clases con un profesional ya soy la leche y los puedo retirar a todos, pero que no os confundan, que no os hagan ver que no sois humildes por no besar por donde pise alguien, por no cumplir sus ordenes como si fueseis su esclavo, por discutir o no estar de acuerdo con él en algo, o por haceros respetar y que se reconozca lo importantes que vosotros sois también.

A veces sucede que la gente se piensa que si no le rie la gracia al maestro o a las compañeras de turno, se va a quedar solo y aislado y lo perderá todo, no podrá ya bailar más. No es verdad, no caigáis en esa trampa, no estáis solos, de hecho os sorprendería ver la cantidad de gente que hay en vuestra misma situación, a lo mejor no lo veis porque aún no habéis coincidido con ellos, pero si buscáis, fijo que los encontraréis, porque están ahí. De hecho os invito a que todos los que habéis pasado por algo así lo manifestéis aquí, dad la cara, permitid que otras personas os encuentren y uníos, si andáis escondidos como si tuvieseis que avergonzaros de algo, entonces es cuando estaréis condenados a pasarlo mal. 

También conozco gente que me ha dicho "ya, pero es que si no voy a clases con fulanita ya no voy a poder bailar más con público" falso también, el público de muchos eventos que organizan escuelas esta formado en un gran número por los familiares y amigos de las alumnas ¿qué te impide a ti por ejemplo invitar a tus familiares y amigos a verte bailar un día en una celebración de cumpleaños o en cualquier otra reunión?. Y no te digo nada como tengas abuelas, ufff no hay público más agradecido que ese. Algunas chicas me han dicho "Es que yo no tengo abuelas" o "Es que yo me llevo mal con mi familia" bueno, pues quien dice abuela , dice un novio , un amigo o hasta tu mascota, sí, los animales no aplauden, lo se, pero te pueden meter unos buenos lametones o mover el rabito y llenarte fijo más que la opinión de 4 arpías dando por saco.

Para otros su preocupación es ser vetados en las clases y no poder seguir aprendiendo. Sí, hay quienes vetan a sus alumnos cuando no les ríen la gracia, pero ellos se lo pierden, sal escopetado, porque ahí lo único que vas a conseguir es que tu ánimo y tu salud se vean afectados, eso no es una escuela o un maestro, eso es una secta y no necesitas sus clases, es más, algunos actúan así para tapar sus propias inseguridades o el hecho de que no son tan buenos maestros como venden y otros porque sencillamente se creen dioses. Anda que no hay maestros interesantísimos por ahí que no faltan al respeto a sus alumnos, quizás es que tu aún no los conoces, pero si buscas un poquito los vas a encontrar y te van a dar un alegrón para el cuerpo y el alma que ya verás. Ninguna clase sufriendo, ni una, cuando veas que una clase de danza no te hace feliz, busca otro maestro.

Otros casos me hablan de "maestros" que les han dado de lado por su sexo, por su complexión física o por no poder comprar vestuarios caros, hay muchos casos, en serio que son muchos más de los que podáis creer algunos, no podemos entrar a tratar cada uno de ellos individualmente porque este post sería eterno, pero no os dejéis apartar por estas cosas, la danza oriental y tribal tiene sitio para todos vosotros, si no encajáis en uno, está claro que ese no es vuestro sitio, así que id a por el vuestro, que no os vendan que dejáis escapar vuestra única oportunidad, las oportunidades no siempre te las tienen que dar otros, muchas veces solo tu eres dueño de tus propias oportunidades y muchas oportunidades son meramente engaños de los que algunos se aprovechan en su propio beneficio.

También ocurre que a veces entramos en una crisis personal con la danza, es decir, esto ya nada tiene que ver con terceras personas sino con nosotros mismos, yo he tenido una de esas crisis también, esto puede estar motivado por muchas razones, por ejemplo por problemas de salud, porque nos coincide con una crisis económica, porque nuestro trabajo no nos permite realizar aquellas actividades que deseamos, nuestros horarios no coinciden quizás, nuestro tiempo es muy limitado, o simplemente aquello que en un momento nos gustaba, deja de hacerlo, porque las personas cambiamos.

Ynys Bennu y Asyut
Esta edición de la Hafla en Conexión Internacional de Madrid, donde por cierto ya sabéis que estáis invitados a bailar todos independientemente de vuestro nivel, bailé con una compañera de la organización, lo hemos pasado muy mal porque hemos estado sometidas a una gran presión fruto de la cantidad de putadas que nos han estado haciendo para intentar reventar el evento. No somos compañeras de clase o de tribu, tampoco habíamos bailado juntas, pero cuando ella dijo que tenía ganas de dejarlo todo, yo entendí perfectamente su situación, pues la había pasado antes, y decidí prestarle mi apoyo pidiéndola el suyo, así pues, cuatro días antes de celebrar el evento, decidimos que bailaríamos juntas en la hafla un mensaje. Ella sería una flor que a pesar de tener vida, no puede crecer por culpa del frio invierno, y yo simbolizaría la energía del universo, que con la llegada de la primavera la abrazaría y la haría despertar haciéndola crecer hasta ser dos en uno bailando juntas desde el corazón. Buscamos una música lenta y muy bella que nos permitiese paladear cada segundo, cada nota y cada silencio, hablándonos con la mirada y el tacto, y aunque nos agarramos a la improvisación de ATS acordamos antes que no bailaríamos con reglas, que seríamos ambas libres de bailar lo que en ese momento sintiésemos. No hicimos ningún ensayo previo, no buscamos nada, permitimos que llegase y encontramos. Os dejo a final de este artículo el video de nuestra improvisación con la esperanza de que pueda servir a todo el que lo necesite para brotar con fuerza como esa flor.

Por supuesto estas crisis no solo les dan a las personas que llevan poquito bailando o que son alumnas, muchos profesionales también las han vivido en algún momento, así que no deberías sentirte perdida por el hecho de hacerlo tú, esos artistas que tanto admiras posiblemente también sintieron lo mismo que tú y ahí los tienes.

No importa lo mal que estés o lo bajo que hayas caído en tu hundimiento personal, puedes resurgir de tus cenizas igual que lo haría un ave Fénix o Bennu, como lo llamaban los egipcios, aquel que cada noche muere y cada mañana resucita, aquel que simboliza la esperanza y el valor.

En definitiva ¿qué puedes hacer cuando tienes una crisis con la danza? pues aquí te dejo algunas posibles respuestas.
  • Recuerda los motivos que te invitaron a bailar al principio de todo y mira si tus necesidades han cambiado.
  • Aléjate de aquellas personas que sientas que no te respetan.
  • Aprecia tus valores como persona y tu "ser" sin más adjetivos.
  • Busca nuevos compañeros y maestros que coincidan con tus inquietudes.
  • Medita bailando, conecta con tus sentimientos al danzar sin pensar en nada más y déjate llevar por la música.
  • Se consciente de tus capacidades actuales y no mientas sobre ellas ni a otros ni a ti mismo.
  • Si tu situación no te hace feliz, aléjate de ella, cámbiala o acéptala pero no te reveles solo contra ella internamente sin hacer nada, permitiendo que te dañe.
  • Apóyate en quienes también te necesitan a ti como soporte, a veces es mejor no desestabilizar a quien ya tiene su equilibrio y encontrar el tuyo junto a quienes te comprenden mejor por vivir lo mismo que tú.
  • Vive el momento actual, no te amargues por lo que ya pasó, ni te obsesiones con un futuro que no sabes si existirá alguna vez.
  • Recuerda siempre que eres único e irrepetible y solo por eso ya tienes un gran valor que nadie tiene derecho a negarte o a hacerte sentir inferior.
  • Rodéate de la gente que te quiere o de tu mascota y siente su cariño.
  • Conecta con la naturaleza y respira, llénate de la energía del universo.
  • Busca nuevos estilos y actividades que puedan enriquecerte.
  • Recuerda que todo tiene su momento, quizás este no sea el mejor para hacer lo que te habías planteado y sí el más apropiado para hacer otra cosa en la que no habías pensado pero puede hacerte más feliz en este momento.
  • No te rindas por lo que cuatro tocapelotas te digan o hagan, te estarás perdiendo muchas cosas bonitas si solo ves las cosas negativas.
  • Se libre al bailar.
  • No busques soluciones a tus problemas, encuentra soluciones, y deja espacio para que puedan entrar en tu mente y tu corazón.
  • Si la cabeza te falla o tu cuerpo, recuerda que siempre puedes bailar con el corazón y en tí está hacerlo igualmente mágico.
  • Recuerda que no estas solo.