La fotografía en la danza oriental y tribal 5ª parte

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13.¿Qué consejos daría a los artistas para que salgan favorecidos en sus fotografías?

La naturalidad es muy fotogénica ;)
Hay dos tipos de persona: los que salen bien en las fotos y los que salen mal. La diferencia entre unos y otros no es la belleza sino la naturalidad. Es fundamental sentirse seguro ante una cámara, olvidarse de que a uno le están haciendo fotos y aceptarse. Los complejos y la fotografía se llevan muy mal.
Sentir el baile y buscar la luz.
Si actúan solos para mi lo mas importante es que aprovechen para bailar en las partes mas iluminadas del escenario, cosa difícil de hacer cuando bailas en grupo.
El mejor consejo que puedo dar es que disfruten de la sesión, que se olviden de posar, que se dejen llevar, que se imaginen que la sesión fotográfica es una actuación más, en cierto modo lo es. Lo mejor es dejarse llevar por el profesional que tienen delante, el sabrá sacar la máxima expresividad del momento.
Bueno, ¿ellos cuando bailan lo que hacen es ir de una posición a otra no? Simplemente les digo que bailen (siempre dentro de la zona de flash, jajá) y que marquen durante un instante esas posiciones. así consigo que ellos estén concentrados en lo suyo sin pensar en mi, y yo consigo que me den durante medio segundo esas poses que son las más bonitas visualmente.

14.¿Es asequible económicamente hablando la fotografía para los bailarines? ¿Sobre qué precios oscilan los servicios de un profesional y los suyos propios? ¿Hacia que tipo de artistas va destinado su trabajo?

Por mi experiencia creo que cada fotógrafo tiene sus propias expectativas económicas, lo que permite ofrecer al artista un margen bastante amplio. Dependerá de la naturaleza de las fotografías, pues no es lo mismo cubrir un evento, que una sesión en un estudio. Yo propongo a los artistas varias opciones en función de sus necesidades, y negocio con ellos el precio. La comunicación es fundamental. Cualquier artista al que le guste mi trabajo puede ponerse en contacto conmigo sin excepción.
Entiendo que para un bailarín es fundamental disponer de buen material gráfico para apoyarse en él a la hora de conseguir actuaciones y contar a los demás qué hace y de qué manera. Es una inversión,como el vestuario o los complementos.
En cualquier caso no es un desembolso inasumible, en nuestro estudio puedes hacerte una sesión desde 150 €.
En mi caso todavía me muevo a nivel semi-profesional y lo ideal sería contratar sus servicios en modo tarifa plana (200 Eur/hora), un tanto por espectáculo. De tal manera que el trabajo del fotográfo se vea recompensado y a las bailarinas puedan disponer a las fotografías por un precio testimonial.
Como comente antes actualmente no “cobro” por mi trabajo en estos eventos, no me he planteado nunca el lucrarme de ello, solo lo haría como un “encargo especial”, el precio dependería de las horas realizadas de trabajo, pero como digo, no esta en mis planes de momento.
Dentro de la fotografía entran muchos factores, yo parto de un precio base de 40€ para una sesión estándar.  El precio de mis servicios es bastante asequible por lo tanto. Hay diversos factores que pueden incrementar el precio, los desplazamientos, el contar con los servicios de maquillaje y/o peluquería, etc. 
Al contar con un profesional que pertenezca a la Federación de Profesionales de la Fotografía e Imagen (mi caso) sabes que tienes un respaldo y una garantía de trabajo bien realizado.
La fotografía puede ser asequible para un bailarín/a, no siempre lo es, y eso es debido a que hay una oferta muy dispar en precios que tampoco se corresponde con la calidad final, otro punto a tratar.
Mi consejo es que busquéis un fotógrafo del que hayáis visto su trabajo y os guste.

15.Qué opina del intrusismo dentro de la fotografía? ¿Considera a los fotógrafos aficionados que no cobran su trabajo una competencia para los fotógrafos profesionales o cree que su trabajo también es positivo?

Antes de profesional, empecé como aficionada, intercambiaba fotos a cambio de promoción, ya que no tenía suficiente experiencia, ni conocían mi trabajo. Si no hubiera tenido la oportunidad, quizás hoy no sería fotógrafa. Por eso me parece injusto acusar de intrusos a los aficionados, ya que en muchas ocasiones son los propios artistas los que eligen a esas personas para que los fotografíen, ya sea por amistad, vínculo familiar, etc. Eso no significa que esté de acuerdo con la conducta de ciertas personas, que hacen fotos sin pedir permiso.Eso es una falta de respeto enorme.
Por otro lado, tampoco considero que un fotógrafo profesional sea necesariamente “bueno” en su trabajopor mucha pasta que se haya gastado en el equipo (o en cursos). Si carece de talento y/o experiencia, su trabajo hablará por él.
De todas formas creo que son los artistas quienes deberían decidir a quién quieren como fotógrafo/s en uno u otro evento, independientemente de si son aficionados o profesionales.
Es un tema muy complicado. Casi todos los profesionales hemos sido antes aficionados y hemos tenido ilusión. El problema es cuando alguien se aprovecha de esa ilusión para obtener beneficios a costa del trabajo de los demás. Esto está a la orden del día y provoca dos efectos perniciosos:  por una parte se hace cada vez más difícil ganarse la vida con este oficio, sobre todo para los que empiezan (nadie paga por algo que es gratis); y por otro lado se vulgariza la fotografía, se baja el listón de la calidad y se llega a un estado en el que vale casi cualquier cosa. Digamos que es un fenómeno que ayuda a restarle valor a la fotografía.
Pasa como en todas las disciplinas artísticas, todos tienen su lugar, los profesionales también empezaron como amateur. La diferencia suele estar en la calidad de la foto final y el destino de la misma.
Actualmente la proliferación de fotógrafos va en aumento, antes éramos unos pocos los que estábamos interesados por la fotografía,por suerte las cosas han cambiado y gracias a este interés por la fotografía, los fabricantes evolucionan rápidamente y no es raro ver en una boda por ejemplo a treinta o cuarenta personas con sus cámaras o sus teléfonos móviles haciendo fotos a diestro y siniestro, ¿acaso por esto están perjudicando al fotógrafo profesional? Para mi no, hace falta algo más que una buena cámara para considerarse profesional.
Creo que es decisión de cualquier persona el contratar los servicios de un profesional o el contar con la ayuda de un amigo o pariente y conformarse con sus resultado.
El intrusismo en general es negativo para todos los sectores profesionales, danza incluida.
En este caso hay que destacar una diferenciación muy importante, una cosa es el aficionado a la fotografía que disfruta haciendo fotos, no cobra por su trabajo y no entra en competencia con nadie, es su afición y la vive. Otra cosa bien distinta es el supuesto “fotógrafo” que cobra por su trabajo (aunque sea un precio ínfimo) y no es profesional, este segundo hace mucho daño al sector. Este tipo de personas crean desconfianza en el público, sus trabajos no ofrecen ninguna garantía, etc. Todos estos factores terminan por manchar el buen nombre de la fotografía como profesión. 
Los fotógrafos profesionales ofrecen un respaldo legal, como he dicho antes una garantía de satisfacción al disponer de una formación adecuada, además al pagar impuestos ayudan a las estratos más desfavorecidos de la sociedad. Parafraseando el refranero popular al final “lo barato sale caro”. Y al final la diferencia no es tanta.
Bueno, esto es un tema complicado. No se puede negar que esto repercute negativamente en el sector de la fotografía, pero no es menos cierto que una persona que está empezando necesita abrirse un hueco.
Creo que es una buena práctica si se hace con sentido común y no se abusa de ella. Pero un fotógrafo profesional en principio te va a dar más calidad y profesionalidad, aunque esto no siempre es así.

16.¿Considera necesaria una ley que regule específicamente la fotografía?

Me remito a la anterior respuesta. Estar dado de alta en autónomos (oséase, ser profesional) y tener un equipo de 20.000 euros no te hace un buen fotógrafo. Sin embargo el tema de los derechos de imagen sí me parece fundamental que lo conozcan tanto artistas como fotógrafos.
En absoluto,  creo que las leyes sirven para complicarlo todo y ya hay de sobra.
La regulación en las profesionales artísticas suele anular gran parte del arte. En el caso de la fotografía y otras expresiones artísticas ya están regulada en el momento que se convierten en una actividad económica.
Si cuando hablamos de una regulación para tener todo el mundo el mismo criterio a la hora de cobrar un trabajo, claro que estoy de acuerdo. Si se trata de regular el uso de la fotografía, en  el  aspecto usuario aficionado, creo que es como ponerle puertas al campo, la fotografía es arte, ¿acaso deberíamos regular donde o que tendría que pintar un pintor en su lienzo?
Existen leyes que regulan el sector, aunque existen delitos que son muy difíciles de detectar, en el caso de que así sea se quedan en una simple sanción administrativa. Es el público en general el que debería velar por sus derechos acudiendo a un profesional que le ofrezca todas las garantías. Así se evitarían sorpresas desagradables, que créeme se las terminan llevando y mucho.
La legislación fotográfica es un gran vacío legal, y aquí incluyo todo el tema de derechos de autor. No hay protección al artista, pero dudo de que legislen leyes que ayuden de verdad a este sector.
Continuación 6ª parte